La nariz suele ser una de esas partes del rostro que se lleva la palma en esto de los complejos. No necesariamente tener una nariz aguileña, muy ancha o desviada es sinónimo de complejos y disconformidad con el aspecto físico de la cara, pero es una realidad que nos encontramos con muchas personas a las que la estructura de su nariz les acompleja a lo largo de los años.